Aquel dia no fue posible salir de paseo. Por la manana jugamos durante una hora entre los matorrales, pero después de comer (Mrs. Reed comia temprano cuando no habia gente de fuera), el frio viento invernal trajo consigo unas nubes tan sombrias y una lluvia tan recia, que toda posibilidad de salir se disipó. Yo me alegré. No me gustaban los paseos largos, sobre todo en aquellas tardes invernales. Regresabamos de ellos al anochecer, y yo volvia siempre con los dedos agarrota-dos, con el corazón ... Lire la suite
Avec son roman Jane Eyre, paru en 1847 sous le pseudonyme masculin de Currer Bell, Charlotte Brontë (1816-1855) connut un succès retentissant à une époque où l'écriture était encore l'apanage des hommes. Dans ses lettres, elle se raconte, avec pudeur et humilité, tour à tour enthousiaste et mélancolique, dessinant son parcours d'écrivaine, attentive au destin des femmes et défenseuse de leur vocation littéraire.
Caractéristiques
Caractéristiques
Date Parution
13/04/2023
EAN
9791041934935
Nb. de Pages
356
Editeur
Culturea
Caractéristiques
Poids
554 g
Présentation
Grand format
Dimensions
22,0 cm x 17,0 cm x 1,9 cm
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Livre numérique
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Détail
Aquel dia no fue posible salir de paseo. Por la manana jugamos durante una hora entre los matorrales, pero después de comer (Mrs. Reed comia temprano cuando no habia gente de fuera), el frio viento invernal trajo consigo unas nubes tan sombrias y una lluvia tan recia, que toda posibilidad de salir se disipó. Yo me alegré. No me gustaban los paseos largos, sobre todo en aquellas tardes invernales. Regresabamos de ellos al anochecer, y yo volvia siempre con los dedos agarrota-dos, con el corazón entristecido por los reganos de Bessie, la ninera, y humillada por la consciencia de mi inferioridad fisica respecto a Eliza, John y Georgiana Reed. Los tres, Eliza, John y Georgiana, se agruparon en el salón en torno a su madre, reclinada en el sofa, al lado del fuego. Rodeada de sus hijos (que en aquel instante no disputaban ni alborotaban), mi tia parecia sentirse perfectamente feliz. A mi me dispensó de la obligación de unirme al grupo, diciendo que se veia en la necesidad de mantenerme a distancia hasta que Bessie le dijera, y ella lo comprobara, que yo me esforzaba en adquirir mejores modales, en ser una nina obediente. Mientras yo no fuese mas sociable, mas despejada, menos hurana y mas agradable en todos los sentidos, Mrs. Reed se creia obligada a excluirme de los privilegios reservados a los ninos obedientes y buenos.
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